En la elaboración de los vinos de la Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry, la ubicación y las características de las bodegas que los crían y envejecen, cobra un gran protagonismo, gracias a estas obtenemos como resultado unos vinos únicos en el mundo.
La cercanía de las bodegas al mar, y su ubicación en terrenos altos y abiertos, permite que reciban la brisa marina y los vientos de poniente (imperantes en la zona). Además la orientación noroeste-sureste les garantiza el máximo de humedad y las mínimas horas de sol durante el día.
La Arquitectura de las Bodegas de Jerez
La arquitectura tradicional de los cascos de bodegas de Jerez, responde a patrones comunes que garantizan el grado de humedad, la temperatura y la luz en el interior.
Caracterizándose por presentar altos techos, lo que permite una gran ventilación. Además de muros de gran espesor (siendo no inferior a 60 cm) que actúan como aislantes térmicos, con altas ventanas cubiertas con estores o celosías de esparto, permitiendo la entrada de la brisa del mar, pero evitando la penetración de los rayos de sol. Los suelos son de piedra y albero, para conservar la humedad, llegando a regarse hasta dos veces por semana en verano para así conservar el frescor en el interior de la bodega.
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